¡Ya estamos en nuestra Casita!
“Будинок” (Budynok) significa “Casa” en ucraniano. “Casa” es una palabra enorme. “Casa” no son solo las cuatro paredes de nuestro apartamento, esa vivienda a la que vuelves cuando acabas tu jornada laboral. “Casa” es más. “Casa” es esa cocina en la que te preparas los cafés por la mañana, ese salón en el que disfrutas de la compañía de tus seres queridos, son esas paredes que escuchan tus risas o protegen tu llanto. “Casa” es hogar.

Las familias de Ucrania, que hemos acogido desde hace ya muchas semanas, no tienen ni sienten una casa. La suya, en su país, muchos la han perdido bombardeada por la invasión militar. Llegaron a Barcelona el 18 de marzo, pero han tenido que vivir en hoteles durante muchas semanas hasta poder tener un alojamiento estable. Es evidente que poder vivir en un hotel es muy de agradecer en una situación como la de estas familias: personas solas con un niño con cáncer y en otro país. Pero poder llegar a una casa, a tu casa, es diferente. Supone una seguridad, una relajación y una intimidad que en un hotel no puedes tener.
Hace ya semanas que, gracias a otras fundaciones, la Casa Ronald McDonald y AFANOC-La Casa dels Xuclis, pudimos alojar a cinco familias en dichos recursos específicos para niños oncológicos. La Fundación Enriqueta Villavecchia también ofreció dos de sus pisos de acogida para otras cuatro familias más. Todos estos recursos muy cercanos a los hospitales de referencia que atienden a estos niños: el Hospital Vall d’Hebron y el Hospital Sant Pau de Barcelona. Pero, el dispositivo continuaba teniendo la gran necesidad de encontrar un alojamiento estable para las siete familias de niños atendidos en el Hospital Sant Joan de Déu.
¡Y por fin lo hemos conseguido! ¡Y en tiempo récord!


Una familia, Lutz y Loreto, ha ofrecido su casa durante 9 meses para poder atender a estos niños y a sus familias. Es una preciosa casa con jardín, mucho espacio, luminosa…. Y muy cercana al hospital en el que se tratan los niños. No solo la han cedido, sino que se han preocupado de que todo estuviera perfecto, de venir a conocer a las familias y de estar atentos a todo.
El pasado lunes 2 de mayo pudimos entrar a la casa y teníamos cuatro días para que estuviera impecable. El sábado 7 hacíamos el traslado. Han sido días eternos los que hemos pasado montando muebles, repintando espacios, consiguiendo cosas que nos faltaban…
Las familias han colaborado muchísimo ayudando a poner su casa, La Casita, en marcha. ¡Hasta los niños han ayudado a colocar juguetes, montar pequeñas cosas…! Estaban y están muy ilusionados.
Queremos agradecer de todo corazón la ayuda, implicación e ilusión de:
– Ana y Mª José, que han coordinado mil temas a la vez
– Miquel y Miki, que han arreglado baños, cocinas y muchos otros temas imprescindibles que había que poner a punto
– Javier y su mujer que vinieron a colgar y colocar cosas
– a todos los voluntarios que han ayudado a montar muebles (Gorka, Nacho, Laura, Florian, Pablo, Dr. Enric Carreras…
– Pulseras Candela que nos ayudó a conseguir los colchones y almohadas
– Cristina que trajo cunas y ropa de cama de bebé
– Marc y Pablo que trajeron juegos de sábanas
– Cristina que ayudó traduciendo y preparado la sopa Borsch, típica ucraniana
Serunion que ha ofrecido y envía la comida cada semana
– Turris que ofrece el pan 4 veces por semana
Como veis, es cosa de muchísimos, pero, por fin, están en casa.
Bienvenidos, estáis en un lugar seguro.
Ласкаво просимо, ви в безпечному місці.
Pronto continuaremos explicándoos el Diario de una Acogida. Síguenos en Instagram y Facebook y en este blog.
Si quieres colaborar con la Fundación Enriqueta Villavecchia y la Fundación Josep Carreras, puedes hacerlo a través del Dispositivo Especial de Acogida a niños oncológicos. Necesitamos más recursos para poder continuar atendiendo a estas familias.