Os presentamos a tres miembros muy importantes del equipo: Anna, Leila y Svitlana. Su historia es la historia de un cruce de caminos y de un propósito común: ayudar a los suyos.
Se incorporaron al equipo para ayudar en la coordinación de todo el dispositivo, en la gestión y trámites necesarios, y en el acompañamiento a las familias.
Forman un gran equipo, y cada día nos ayudan a tejer la red de apoyo, a resolver trámites, solucionar problemas, atender necesidades.
Nadie mejor que ellas para explicar lo que significa esta experiencia.

«Hola, soy Svitlana y soy de Ucrania, concretamente de Kherson. Llevo aquí más de 20 años prácticamente la mitad de mi vida, adoro España y adoro el país que es.
Desde que llegué empecé a trabajar con inmigrantes porque me surgió la necesidad de ayudarles y ofrecer un apoyo. Eso me hace sentir bien y productiva.
Formar parte del equipo de acogida de niños oncológicos procedentes de Ucrania me apasiona, porque tiene como objetivo salvar vidas y mejorar la calidad de vida de nuestras familias, sobre todo de nuestros niños.
Cuando estalló la guerra, no solo murieron miles de personas, sino que también se condenó a una sociedad, nuestros niños y sus familias que tuvieron que huir con todo lo que eso significa.
Los niños enfermos de cáncer luchan días tras día para afrontar y superar la enfermedad, en una lucha diaria muy difícil.
Me satisface mucho formar parte de este proyecto de colaboración, porque me gusta verlos sonreír, dedico todo mi tiempo en darles todo mi amor y alegría para que sigan luchando día tras día contra la enfermedad, puedan volver y tener un gran futuro en Ucrania, ¡con mucha salud!»

«Hola, ¡soy Leila! El día 24 de febrero mi vida se transformó en un antes y un después. Ha cambiado todo para mí. Tomé la decisión de hacer un descanso laboral para dedicar algún tiempo al voluntariado y ayudar a los ucranianos desplazados por culpa de la guerra.
En una de mis participaciones tuve que ayudar con la traducción para una de las familias de niños oncológicos de Ucrania que están acogidos en este dispositivo especial, conocí a la Fundación Villavecchia, y aquí me quedé.
No estaba buscando otro trabajo, es al revés, este proyecto me ha encontrado a mí y la verdad es que está siendo recíproco. Me siento realizada y agradecida en estas circunstancias tan difíciles y comprometida con este proyecto y el equipo que tenemos entre las dos Fundaciones que lo lideran y el grupo de familias refugiadas.
Estas familias tienen una doble lucha.
La primera es la guerra y la segunda lucha, la más dura, es el cáncer que sufren los niños de estas familias.
La Fundación Enriqueta Villavecchia y la Fundación Josep Carreras son el vínculo principal que ha hecho todo este enorme trabajo posible.
Todo el equipo, incluido los intérpretes voluntarios, están haciendo un enorme trabajo para darles todo el cariño y apoyo que necesitan. ¡Seguimos adelante!»

«Me llamo Anna Strakhova, soy de Odessa, Ucrania. Vivo en Barcelona hace 5 años con mi marido y mi hija. Nos mudamos a España en 2017, habiendo escapado de las hostilidades en Donbass, y entendemos muy bien los sentimientos de las personas que abandonaron su país en contra de su propia voluntad.
Todos nuestros familiares viven en Ucrania y sufrimos mucho por todo que está pasando ahora en nuestro país.
La gente de mi país está pasando momentos difíciles, pero lo más terrible y duro es para personas que tienen niños con enfermedades graves, como un cáncer, y no pueden recibir atención médica adecuada por la guerra.
Ahora formo parte del equipo de la Fundación Enriqueta VIllavecchia, y mi labor consiste en programar que, en cada visita médica, en cada ingreso, en cada momento en el que sea necesario, haya un intérprete disponible para garantizar una correcta comunicación. Cada día coordino y programo muchos momentos de traducción, con la colaboración de un grupo fantástico de intérpretes voluntarios que nos ayudan a hacerlo posible.
Puedo ayudar y gracias a la Fundación Josep Carreras y a la Fundación Villavecchia, estas 16 familias de Ucrania tienen la oportunidad de recibir todos los tratamientos necesarios en tres grandes hospitales de referencia, aquí en Barcelona.
Estoy muy orgullosa y feliz de ser una parte de este proyecto y ayudar a personas que lo necesitan. ¡Muchas gracias a todos por hacerlo posible!»